ACLARACIÓN DE MANUEL CALDAS
Ante todo: ¡Yo, Manuel Caldas, no tengo
NADA QUE VER con ella!
La edición usa las planchas por mí restauradas,
sí, pero no las reproduce de la forma correcta ni con mi permiso.
Hubo un acuerdo de caballeros con el editor
de Dolmen para una edición en blanco y negro, de tapa dura y con el tamaño de
23 x 29,7 cm, inferior, por tanto, al de la que publiqué entre 2006 y 2022, que
es de 27 x 35 cm. Todo estaba muy claro en el acuerdo, en el cual hasta me
refería a la edición como "edición de bolsillón", para subrayar que
no era grande, pero que también era más que "de bolsillo".
La idea había sido mía, se la propuse (el
pasado 5 de mayo) con toda claridad y fue aceptada con entero entusiasmo
(inclusive porque yo no pedía dinero, simplemente 30 ejemplares). La intención
era hacer una edición más accesible que la mía para el lector común al que solo
le interesase leer la obra con una buena reproducción pero sin tener que
ser en un tamaño de lujo. Nunca fue mi idea hacer una edición igual a la mía,
pues sería un sinsentido competir contra mí mismo (tengo aun montones de ejemplares
de los cuales, hasta morir, esperaba vender al menos una pequeña parte) y
traicionar los que fueron mis fieles clientes, a los cuales nunca pude
satisfacer el insistente pedido de la tapa dura.
Yo mismo preparé TODO el libro en Indesign, y
también concebí las portadas y el lomo.
Todo corrió muy bien en los contactos con el
editor y el director de Dolmen. A mediados de agosto les envié un primer PDF
del libro para que verificaran si todo estaba bien y después, el 8 de octubre,
el PDF definitivo. Siempre insistí en que, si había cambios que hacer, me lo
dijeran y que yo los haría. Como nada me fue sugerido que cambiase,
aparentemente, toda estaba bien
Y entonces, el día 16, aparece en Facebook el
anuncio de la edición como siendo no al tamaño desde siempre acordado sino a un
tamaño superior. Pedí explicaciones e intentaron convencerme de que habían
cambiado de idea de forma absolutamente inocente y para mí bien.
¡Me traicionaron! Entendieron que una edición
en formato superior sería económicamente más ventajosa para la editorial y como
sus intereses son, obviamente, más importantes que los míos, había que cambiar
el proyecto, y hacerlo sin decir ni preguntarme nada.
Así que reafirmo: yo no tengo nada que ver
con esta edición en blanco y negro de Príncipe Valiente de Dolmen. No la
apruebo ni para los próximos volúmenes les providenciaré las planchas por mi
restauradas. ¿Y qué harán entonces para solucionar el problema? No se
preocupen, pues quien hace una deshonestidad sabrá hacer otras, aunque el
resultado no sea perfecto.
Mientras tanto, hablando de tamaño, un
detalle: si Dolmen dice que el formato es de 26 x 36, ¿puede el tamaño de las
planchas realmente ser el mismo de mi edición teniendo en cuenta que en esta
las planchas de 1937 hasta mediados de 1943, excluidos los márgenes, tienen de
alto 33 y de ancho 25,2?